El crecimiento exponencial de los ataques cibernéticos y su progresiva sofisticación están convirtiendo el sector de la ciberseguridad en el mercado de mayor crecimiento dentro del ámbito tecnológico.
Bajo el título “La inseguridad de los usuarios privilegiados”, Forcepoint, en colaboración con el Instituto Ponemon, ha presentado un informe que recoge los resultados de tres años de investigación sobre cómo los empleados que cuentan con permisos de acceso privilegiado a información de alto valor se convierten en un serio riesgo para sus organización al hacer uso de sus derechos de manera inapropiada.
La delincuencia informática continuará su crecimiento estratosférico en los próximos cinco años, pasando de los cerca de 2,5 billones de euros de costes que generó en el mundo en 2015 a cerca de 5,5 billones de euros en 2021.
Los ataques que tienen como objetivo el creciente mundo de Internet de las Cosas (IoT) ha alcanzado ya cierto estadio de madurez, habiéndose multiplicado en número y sofisticación en el último año.
El software malicioso desconocido continúa creciendo y evolucionando de forma exponencial, habiéndose descubierto en los dos últimos años más amenazas nuevas que en los diez años anteriores. Uno de los principales motivos son los empleados, que descargan un nuevo software malicioso desconocido cada cuatro segundos.
La proliferación de brechas de seguridad está impulsando la externalización de la ciberseguridad en proveedores de servicios de seguridad gestionada (MSSP) en España, de acuerdo con la investigación realizada por Fortinet.
Como parte de sus trabajos de investigación en la serie “Cybercriminal Underground Economy”, Trend Micro ha publicado un nuevo informe titulado “El underground francés: bajo un mando de extrema precaución”, en la cual, la compañía proporciona una visión más cercana de las actividades que se llevan a cabo en el mercado clandestino del cibercrimen francés, el cual, factura entre 5 y 10 millones de euros mensuales.
Los últimos datos recabados por el Instituto Ponemon han puesto de manifiesto la falta de preparación de las entidades financieras ante la posibilidad de sufrir un ataque cibernético que tenga como objetivo el robo de información sensible.