Uno de los dispositivos que puede encontrarse en la mayoría de las organizaciones es la impresora. Aparentemente se trata de un dispositivo sin riesgo significativo en nuestras redes, pero como se analiza en este artículo, al tratarse de dispositivos cada vez más complejos, el riesgo que introducen es digno de considerar. Estos dispositivos pueden utilizarse para realizar ataques básicos, como alteraciones en su configuración, mensajes anónimos y spam. Pero también pueden realizarse otros más complejos y dañinos, como la interceptación remota de trabajos impresos o la posibilidad de incendiar la impresora de forma remota.