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En construcción

Apple ha incluido en el último momento el lanzamiento de su iniciativa Apple Pay dentro de la campaña de lanzamiento del iPhone 6 y el nuevo iOS 8. Con esto, Apple parece querer entrar en el sector financiero poniendo su teléfono como único procedimiento cómodo y seguro de pagar ante los nuevos terminales inalámbricos. Viendo el clásico estancamiento de los sistemas de pago y los servicios financieros, quizás sea pertinente ver si con la aparición de este nuevo jugador llegan innovaciones significativas que abran una nueva etapa para los sistemas de pago en Internet.

Jorge Dávila Muro
Consultor independiente. Director. Laboratorio de Criptografía. LSIIS. Facultad de Informática. UPM. Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla

La propagación de las ideas necesitan campañas de propaganda o marketing, según se prefiera, y esas campañas necesitan palabras que como un embrujo reúnan en ellas todo un universo. Ese es el caso de la tecnología “Wearable”, que, por respecto a nuestro idioma, traduciremos como tecnología “Vestible”, ya que portable o móvil ya están cogidos. Esta nueva palabra está relacionada y concreta a otra anterior que es la de “Computación Ubicua” 1 en su vertiente de wearable computers.

 

La tecnología vestible comparte ese paradigma pantecnológico en el que la capacidad de cómputo se difunde y anida en el quehacer cotidiano a través de los instrumentos y servicios que utilizamos, principalmente sin darnos cuenta de ello, o frictionless, como les ha dado por decir a algunos. En origen el concepto se centraría en todo aquello que aumentase las funcionalidades de la ropa que utilizamos, tanto desde el punto de los servicios que presta al que la lleva como a otros, como es el caso de la monitorización (autorizada o no).

 

El primer ordenador wearable fue diseñado en 1960 por el profesor de matemáticas en el MIT, Edward O. Thorp 2, que lo utilizaba para quebrantar las ganancias de los casinos jugando al blackjack. Ese ordenador analógico, del tamaño de un paquete de tabaco, lo utilizaba para predecir dónde caería la bola en la ruleta. Puestos a buscar un ejemplo digital primigenio, nos tenemos que ir hasta los primeros relojes calculadora 3 de los años ochenta; los Casio, que representaron la ‘modernez’ que la microelectrónica iba a traernos.

 

APLICACIONES PARA MONITORIZAR

 

La tecnología Wearable incluye aplicaciones para monitorizar multitud de parámetros físicos con la excusa de informar de ellos a atletas y deportistas, que valoran mucho conocer hasta ese nivel de detalle sus proezas y actividades 4. Ejemplos de ello los tenemos en los artefactos de Fitbit o en el brazalete de Jawbone 5.

 

Sin embargo, un planteamiento menos narcisista es el uso de esos mismos parámetros para el control del estado de salud y el tratamiento de pacientes clínicos (ritmo cardiaco, nivel de glucosa en sangre, oxigenación y presión sanguínea, etc.). En otros casos, lo que realmente se quiere monitorizar con esta tecnología es el medio en el que se mueve el individuo 6.

 

Otras experiencias, que también se incluyen en la fiebre wearable, son aquellas relacionadas con la vida nocturna y el entretenimiento, y suelen estar dirigidas a dar la nota, por ejemplo, con camisetas electroluminiscentes 7.

 

Estos casos hay que incluirlos dentro de otro enfoque interesante pero relativamente distinto que es el de los e-Textiles 8. Dicha variante se divide en dos grandes categorías: 1) los que incluyen sistemas electrónicos convencionales (cables, circuitos integrados, LEDs, MEMS 9, acelerómetros y giróscopos, baterías, etc.) cosidos dentro del vestido o traje como un elemento aparte, y 2) aquellos casos en los que la electrónica está directamente incluida en los materiales textiles con los que se confecciona el traje (conductores, resistencias, transistores, diodos, células solares, etc.). En realidad, los proyectos e-Textiles son híbridos donde los componentes independientes incluidos en el traje se conectan a componentes electrónicos constitutivos de las fibras materiales empleadas en su confección.

 

Y como no podía faltar, los hay que auguran un prometedor futuro a estas tecnologías; concretamente, se estima que el mercado de las tecnologías vestibles 10 llegará a los 485 millones de dólares en 2018.

 

Los grandes jugadores en el escenario de los wearables son Google, Apple y Samsung. Recientemente Samsung 11 ha lanzado su reloj inteligente y Google su montura de gafas sin cristales, que ha bautizado como Glass 12. En este último caso, el lanzamiento se ha concretado en una importante campaña publicitaria para generar gran expectación y revuelo mediático. Por otra parte, si los rumores son ciertos, Apple entrará en breve en este mercado con su iWatch 13.

 

LA SEGURIDAD DE LOS ‘VESTIBLES’

 

A la vez que van haciendo efecto las campañas de propaganda para la modelación de la opinión pública, no son pocos los que han llamado la atención sobre la seguridad de estas tecnologías y lo que ellas pueden suponer en los escenarios actuales para individuos, corporaciones y estados.

 

Cualquiera que se dé un paseo por el museo 14 de la STASI, en Berlín, podrá ver los muchos esfuerzos que se hicieron durante la Guerra Fría para poder sacar fotos 15, grabar conversaciones, obtener vídeo, trazar e identificar objetivos 16. Son famosas las cámaras fotográficas Tessina 17, Minox 18, T-100 19 y la F21 de la KGB rusa; todas ellas fueron utilizadas en momentos críticos para extraer documentos muy secretos de sus sedes en forma de negativos fotográficos de tamaño reducido.

 

La grabación remota de conversaciones también dio lugar a un montón de artefactos denominados bugs, que se encargaban de poner orejas donde los espías o los agentes de contraespionaje no podían estar. El más grande de ellos fue el gran sello 20 tallado en madera que en agosto de 1945 la organización juvenil de Pioneros Vladímir Lenin regaló al embajador de los EE.UU. y que este colgó en el estudio de la residencia diplomatica en Moscú. Las capacidades del artefacto diseñado por el polifacético Léon Theremin 21 no fueron descubiertas hasta 1952. Mientras tanto, este precursor de los artefactos RFID actuales retransmitía hacia la vecindad todo lo que en aquella sala se decía.

 

Ahora las cosas han cambiado: las cámaras de vídeo pueden ser tan pequeñas como una aguja hipodérmica 22. Lo que hace unos años era un equipo carísimo compuesto por un micrófono alimentando a un micro-emisor de radio de baja potencia, alimentado por una batería que daba para poco tiempo, ahora se ha convertido en pequeños paralelepípedos negros en los que se les mete un SIM GSM 23 y cuando se les llama, retransmiten todo lo que escuchan mediante minúsculos micrófonos de alta sensibilidad. Si además lo que se quiere es ubicar al objetivo espiado, nada mejor que los actuales GPS trackers, que por muy poco dinero y mediante GSM cuentan con sorprendente precisión dónde se encuentran y dónde has estado. Todavía no he encontrado los que hagan esa geolocalización utilizando las direcciones MAC y trazas WiFi del entorno, que serían mucho más eficientes en entornos urbanos.

 

En verdad, si lo que se quiere es hacer fotografías, registrar video, registrar audio, geolocalizar el terminal y tener información sobre su estado dinámico (orientación, velocidad, rotación) y mandarlo todo por radio, lo que tenemos que hacer es controlar el smartphone de nuestra víctima. Desde este punto de vista, las amenazas a la seguridad del entorno no llegan con los equipos wearables, como pueden ser las no-gafas de Google o los relojes inteligentes de Samsung, sino que ya están aquí, junto a nosotros, desde hace tiempo y no son otros que los teléfonos móviles denominados inteligentes. Actualmente, lo realmente útil para convertir a cualquiera en un espía inconsciente es hacerse con el control de su teléfono móvil sin que él o ella se den cuenta. El único indicio que podría percibir es que la duración de la batería se reduce respecto a lo que esté acostumbrado.

 

Si en un escenario preocupa lo que pueda salir de él, la única solución es impedir que entren en él los teléfonos móviles de cualquier generación. Inhibir las señales GSM no funciona, ya que el registro podría hacerse, almacenarse en la memoria interna y transmitirse después de que se haya sacado el teléfono de la zona sin cobertura. Esta precaución hay que extenderla a cualesquiera nuevos artefactos wearables que la moda ponga en el atuendo normal de la gente.

 

Lo que sí es realmente nuevo es ese culto narcisista a registrar todas las actividades físicas (motrices) del individuo mediante esos brazaletes dotados con aceleradores y giróscopos microscópicos, pequeños controladores y unidades de radio (Bluetooth), que le permiten enviar esos datos al exterior, a un teléfono móvil y de ahí a Internet. Del análisis de esos datos se puede estimar el ejercicio físico realizado (faltaría conocer el peso de las cosas pero se apaña una cifra), las calorías consumidas, la duración del periodo de actividad motriz, las horas de sueño, de ingesta, etc.

 

LA QUIMERA DE LA CONFIDENCIALIDAD EN EL ÉTER

 

Los apóstoles de la autocuantificación 24 suelen vincular esos parámetros con la salud del individuo y eso no es realmente cierto. Otra cosa es que el sistema mida parámetros eléctricos, como pueden ser un electrocardiograma o un electroencefalograma, o químicos, como pueden ser el estado de oxigenación de la sangre, su contenido en glucosa o la presencia de ciertos metabolitos en el sudor. Estos parámetros sí empiezan a ser serios descriptores de la salud de un individuo y son parte de la más estricta intimidad del mismo. El hecho en sí de medirlos ya pone en riesgo su confidencialidad; pero si además se almacena de forma automática y se transmite por radio, mantener su confidencialidad se convierte en una quimera.

 

Poner datos o acciones relacionadas con la salud en el éter es algo de por sí peligroso. Sirva como ejemplo el hecho de que al ex Vicepresidente de los EE.UU. Dick Cheney, su médico le desactivó la interfaz wireless de su marcapasos 25 por miedo a que un ataque terrorista pudiera hacer uso de ella. No está claro si eso fue antes o después de que exactamente ese hecho apareciese en la serie televisiva Homeland.

 

Nuevos e-Tejidos ya podrían hacer medidas muy variadas y bastante precisas de forma sistemática. Para ello bastaría, en lo que a la dimensión de potenciales eléctricos se refiere, incluir conductores que unan electrodos colocados en los lugares adecuados. En cuanto al estado químico del individuo, la “sensorización” de las fibras es algo que se lleva estudiando desde hace mucho tiempo y que, en su forma actual, consiste en matrices de sensores colorimétricos 26 cuya respuesta es medible mediante fibras ópticas y luz (visible o no). Por ejemplo, el nivel de oxigenación y ritmo cardíaco se pueden obtener con un Pulsi-Oxímetro que mide la absorción del grupo Hemo de la sangre a varias longitudes de onda de luz infrarroja; según las proporciones que obtenga, así es la cantidad de sangre oxigenada (oxihemoglobina) frente a la portadora de CO2 (carbohemoglobina).

 

Sistemas más específicos de sensorización bioquímica podría informar del estado hormonal del individuo y con ello conocer muchos datos sobre su estado emocional, su agresividad, su miedo, fertilidad, etc. Con esos nuevos e-Tejidos y gracias a esos sensores específicos, el individuo estaría enfundado en la más precisa y menos invasiva “máquina de la verdad”, en el polígrafo universal soñado por todos los que quieren robarle al individuo el derecho a poder mentir.

 

No se puede pensar que el hecho de no pertenecer al grupo de “vigoretas” 27 narcisistas nos salva de que nuestra intimidad más profunda no esté difundiéndose a raudales por Internet. El problema no lo tienen los que saben que llevan trajes y tejidos sensorizados, con capacidad de computación y comunicación, como dice el paradigma wearable; el problema está cuando llevamos esas ropas y no lo sabemos. ¿Seríamos capaces de identificar esos nuevos e- Tejidos?

 

Imagine lo que podrían hacer con esa información las compañías de seguros de vida; en cuanto aumentase el riesgo real de llegar a tener que cobrar la póliza, la compañía encontraría el modo de revocarla antes y dejarnos sin cobertura y sin el dinero que en ella hubiésemos aportado.

 

¿Qué podría hacer cualquiera de los muchos que nos interrogan por cualquier motivo a lo largo del día, si supiesen tan pronto como nosotros mismos, nuestra reacción vegetativa a sus preguntas? ¿Qué sería de nuestro destino si hubiese gente que se enterase de nuestro estado físico antes que nosotros mismos? ¿Qué sería de nosotros si no pudiésemos civilizadamente ocultar nuestras pasiones?

 

Al final, para estar seguros, sólo nos va a quedar tener que hilar nuestro propio algodón y tejer nuestra propia ropa al más puro estilo Mahatma Gandhi 28 si queremos defendernos de este tsunami anti-privacidad que pueden llegar a ser las tecnologías wearables y los e-Tejidos. Sin duda, habrá que tener cuidado y pensarse dos veces lo que uno se pone encima.

 

 

1 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Ubiquitous_computing
2 Ver http://monet.cs.columbia.edu/courses/mobwear/resources/thorp-iswc98.pdf
3 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Calculator_watch
4 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Quantified_Self
5 http://abcnews.go.com/Technology/fitbit-flex-jawbone-reviews-battle-fitness-bracelets/story?id=19240967
6 M. Chuang, J. R. Windmiller, P. Santhosh, G Valdés Ramírez, M. Galik, T-Y. Chou, J. Wang: “Textile-based Electrochemical Sensing: Effect of Fabric Substrate and Detection of Nitroaromatic Explosives”.Electroanalysis Volume 22, Issue 21, pages 2511–2518, November 2010
7 http://michaelgrazianoclothing.weebly.com/
8 http://en.wikipedia.org/wiki/E-textiles
9 http://en.wikipedia.org/wiki/Microelectromechanical_systems
10 Ver https://www.abiresearch.com/press/wearable-computing-devices-like-apples-iwatch-will
11 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Galaxy_Gear
12 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Google_Glass
13 Ver http://www.engadget.com/2014/07/22/apple-itime-patent-smartwatch/
14 Ver http://www.stasimuseum.de/en/enindex.htm
15 Ver http://egorfine.livejournal.com/464589.html
16 Ver http://articles.latimes.com/1985-08-21/news/mn-1011_1_spy-dust
17 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Tessina
18 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Minox#Subminiature_camera_history
19 Ver http://i.kinja-img.com/gawker-media/image/upload/18racnnmcwos9jpg.jpg
20 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Thing_(listening_device)
21 Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Léon_Theremin
22 Ver Ver http://www.smallestvideocameras.com/medigus-products/1-2mm-disposablemicrocamera
23 Ver http://www.ebay.co.uk/sch/i.html?_nkw=audio+spy+bugs
24 Ver www.ebay.co.uk/sch/i.html?_odkw=spy+trackers&_nkw=GPS+spy+trackers
25 Ver http://www.washingtonpost.com/blogs/the-switch/wp/2013/10/21/yes-terrorists-could-have-hacked-dick-cheneys-heart/
26 Ver, por ejemplo, http://www.scs.illinois.edu/suslick/documents/analchem063591.pdf
27 Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Dismorfia_muscular
28 Ver http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/5/56/Gandhi_spinning_wheel.jpeg

 

 

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