Apatrullando el ciberespacio... europeo
Hasta hace bien poco la venerable Europa gozaba de su confortable devenir con la indisimulable satisfacción de saberse envidiada por su estabilidad y ajena a conflictos de otras latitudes. Todo iba sobre ruedas hasta que los nubarrones, en cascada, asomaron por el cielo continental diluviando problemas en todos los órdenes: crisis económica, migración, terrorismo, brexit, populismo, independentismo⦠A este rosario de calamidades ātodas ellas aĆŗn sin disiparā se unĆan Ćŗltimamente otras amenazas desestabilizantes que a nosotros, los concernidos en el mundillo de la cibeseguridad, nos afectan mĆ”s: alarmante incremento de ciberincidentes y ciberataques, ciberextorsiones, espionaje, brechas y exfiltraciones, acciones ciber para distorsión de la realidad, ciberdelitosā¦, a las que hay que aƱadir los quebraderos de cabeza derivados de la colosal sobredosis de legislaciones y regulaciones que se nos vienen encima.El lento desperezar de Europa āy por derivada, de EspaƱaā para paliar la desventaja frente a otros competidores globales con lo digital como target neurĆ”lgico, parece que cobra velocidad a tenor de algunos indicadores de actividad en la materia. Veamos algunos:

Luis G. FernƔndez
Editor
lfernandez@codasic.com
ā Con el claro objetivo de mejorar nuestra resiliencia, este 2018 verĆ” la luz la nueva Estrategia Europea de Ciberseguridad (la inicial data de 2013), que se suma a la plena vigencia del RGPD y la pronta transposición de la Directiva NIS.
ā Entre las nuevas funciones de ENISA, mĆ”s operativa y mĆ”s central, se le otorgarĆ” capacidades mejoradas, destacando la asunción del papel de reunir y coordinar el trabajo de los organismos nacionales competentes en el Ć”mbito de la nueva certificación para productos y servicios TIC, conocido como Cybersecurity Act, propuesta por la Comisión Europea a fin de aumentar la confianza y la seguridad en el mercado Ćŗnico digital.
ā La Unión Europea ha acordado que un Estado miembro pueda invocar en caso de sufrir un ciberataque āgraveā las clĆ”usulas de Solidaridad y de Asistencia Mutua previstas en el Tratado de la Unión Europea. Las instancias continentales ven necesaria āuna respuesta a nivel de la UE eficaz a crisis y a ciberincidentes de gran escala, respetando las competencias de los Estados miembroā, e incorporar la ciberseguridad en los mecanismos de gestión de crisis de la UE.
ā Los Veintiocho han reclamado que la Comisión presente una propuesta para la creación posible de un Fondo Europeo de Respuesta a Emergencias de Ciberserguridad dentro de ālos recursos disponiblesā en el marco del presupuesto europeo āpara ayudar a los Estados miembro a responder y mitigar ciberincidentes de gran escala, siempre y cuando un paĆs haya establecido un sistema de ciberseguridad prudente previamente al incidenteā. TambiĆ©n, respaldan la idea de crear una Red de Centros de Competencias en Ciberseguridad para estimular el desarrollo de tecnologĆas de ciberseguridad.
ā Por medio de la empresa de nueva creación EuroHPC, Europa āa travĆ©s de la Comisión Europea y trece de sus estados miembros, incluida EspaƱa, invertirĆ” hasta 2020 casi 1.000 millones de euros en varios superordenadores. Los paĆses aportarĆ”n casi 500 millones y el presupuesto comunitario aƱadirĆ” otros 486. Al respecto, la CE argumenta que āla falta de independencia constituye una amenaza para la privacidad, la protección de datos, el secreto comercial y la propiedad de los datos, en particular en el caso de las aplicaciones sensiblesā. Entre las aplicaciones previstas en estos superordenadores destaca el desarrollo de tecnologĆas de cifrado complejas y mayor capacidad para rastrear y contener ciberataques.
ā La Europa de la Defensa promete arrancar tras el prometedor anuncio de constitución del proyecto PESCO (Cooperación Estructurada Permanente de la UE) por el que 21 paĆses, inicialmente ānuestra nación tambiĆ©nā han mostrado su voluntad de participar en este ambicioso club encaminado a cimentar una polĆtica consistente de Seguridad y Defensa de la UE, con independencia de las sólidas vinculaciones existentes con la OTAN ācon quien no se pretende colisionarā. Los compromisos vinculantes de los adheridos propiciarĆ”n proyectos comunes para armonizar, estandarizar y acompasar velocidades en capacidades, gastos, inversión y enfoque. La ciberseguridad tambiĆ©n figura en este ambicioso proyecto de eurodefensa.
ā Aunque estĆ© en pleno proceso de au revoir continental, y con una dotación de casi 23 millones de euros bajo la denominación Cyber Discovery, el Departamento de Medios Digitales, Cultura, Medios de Comunicación y Deportes (DCMS) de Reino Unido ha lanzado un ejemplarizante programa de capacitación en ciberseguridad dirigido a jóvenes entre 10 y 13 aƱos. La iniciativa forma parte de la inversión del Gobierno britĆ”nico de 2.200 millones de euros para transformar significativamente la ciberseguridad del paĆs.
ā En lo concerniente a EspaƱa, grato es saber que en instalaciones militares de la localidad madrileƱa de San MartĆn de la Vega, se instalarĆ” ābrexit medianteā la sede de respaldo y vigilancia del Centro de Monitorización y Seguimiento de Seguridad para el proyecto satelital europeo Galileo.
ā Al tiempo, en nuestros lares ibĆ©ricos la ministra de Defensa Dolores de Cospedal se descolgaba a finales de enero con el anuncio de que EspaƱa se compromete a duplicar con la OTAN el gasto militar. A ver si esta es la ocasión propicia, tras la feroz crisis, para que tambiĆ©n la asignación presupuestaria destine recursos āy muy especialmente a la operativa en la quinta dimensión bĆ©lica a la altura de la requisitoria militar en el siglo XXI de uno de los principales paĆses europeos, tan castigado presupuestariamente en la materia. Hasta el punto de que la idea, ciertamente polĆ©mica en sus difusos planteamientos iniciales āproyecto de ley medianteā, de proveerse de āciberreservistasā sustituya y/o frustre la legĆtima aspiración de las Fuerzas Armadas a disponer de personal cualificado con suficiencia para su cometido sin necesidad de renting de expertise civil.
SĆ que va siendo hora de mover el culo en el ciberespacio europeo. Y a paso ligero.
ā Entre las nuevas funciones de ENISA, mĆ”s operativa y mĆ”s central, se le otorgarĆ” capacidades mejoradas, destacando la asunción del papel de reunir y coordinar el trabajo de los organismos nacionales competentes en el Ć”mbito de la nueva certificación para productos y servicios TIC, conocido como Cybersecurity Act, propuesta por la Comisión Europea a fin de aumentar la confianza y la seguridad en el mercado Ćŗnico digital.
ā La Unión Europea ha acordado que un Estado miembro pueda invocar en caso de sufrir un ciberataque āgraveā las clĆ”usulas de Solidaridad y de Asistencia Mutua previstas en el Tratado de la Unión Europea. Las instancias continentales ven necesaria āuna respuesta a nivel de la UE eficaz a crisis y a ciberincidentes de gran escala, respetando las competencias de los Estados miembroā, e incorporar la ciberseguridad en los mecanismos de gestión de crisis de la UE.
ā Los Veintiocho han reclamado que la Comisión presente una propuesta para la creación posible de un Fondo Europeo de Respuesta a Emergencias de Ciberserguridad dentro de ālos recursos disponiblesā en el marco del presupuesto europeo āpara ayudar a los Estados miembro a responder y mitigar ciberincidentes de gran escala, siempre y cuando un paĆs haya establecido un sistema de ciberseguridad prudente previamente al incidenteā. TambiĆ©n, respaldan la idea de crear una Red de Centros de Competencias en Ciberseguridad para estimular el desarrollo de tecnologĆas de ciberseguridad.
ā Por medio de la empresa de nueva creación EuroHPC, Europa āa travĆ©s de la Comisión Europea y trece de sus estados miembros, incluida EspaƱa, invertirĆ” hasta 2020 casi 1.000 millones de euros en varios superordenadores. Los paĆses aportarĆ”n casi 500 millones y el presupuesto comunitario aƱadirĆ” otros 486. Al respecto, la CE argumenta que āla falta de independencia constituye una amenaza para la privacidad, la protección de datos, el secreto comercial y la propiedad de los datos, en particular en el caso de las aplicaciones sensiblesā. Entre las aplicaciones previstas en estos superordenadores destaca el desarrollo de tecnologĆas de cifrado complejas y mayor capacidad para rastrear y contener ciberataques.
ā La Europa de la Defensa promete arrancar tras el prometedor anuncio de constitución del proyecto PESCO (Cooperación Estructurada Permanente de la UE) por el que 21 paĆses, inicialmente ānuestra nación tambiĆ©nā han mostrado su voluntad de participar en este ambicioso club encaminado a cimentar una polĆtica consistente de Seguridad y Defensa de la UE, con independencia de las sólidas vinculaciones existentes con la OTAN ācon quien no se pretende colisionarā. Los compromisos vinculantes de los adheridos propiciarĆ”n proyectos comunes para armonizar, estandarizar y acompasar velocidades en capacidades, gastos, inversión y enfoque. La ciberseguridad tambiĆ©n figura en este ambicioso proyecto de eurodefensa.
ā Aunque estĆ© en pleno proceso de au revoir continental, y con una dotación de casi 23 millones de euros bajo la denominación Cyber Discovery, el Departamento de Medios Digitales, Cultura, Medios de Comunicación y Deportes (DCMS) de Reino Unido ha lanzado un ejemplarizante programa de capacitación en ciberseguridad dirigido a jóvenes entre 10 y 13 aƱos. La iniciativa forma parte de la inversión del Gobierno britĆ”nico de 2.200 millones de euros para transformar significativamente la ciberseguridad del paĆs.
ā En lo concerniente a EspaƱa, grato es saber que en instalaciones militares de la localidad madrileƱa de San MartĆn de la Vega, se instalarĆ” ābrexit medianteā la sede de respaldo y vigilancia del Centro de Monitorización y Seguimiento de Seguridad para el proyecto satelital europeo Galileo.
ā Al tiempo, en nuestros lares ibĆ©ricos la ministra de Defensa Dolores de Cospedal se descolgaba a finales de enero con el anuncio de que EspaƱa se compromete a duplicar con la OTAN el gasto militar. A ver si esta es la ocasión propicia, tras la feroz crisis, para que tambiĆ©n la asignación presupuestaria destine recursos āy muy especialmente a la operativa en la quinta dimensión bĆ©lica a la altura de la requisitoria militar en el siglo XXI de uno de los principales paĆses europeos, tan castigado presupuestariamente en la materia. Hasta el punto de que la idea, ciertamente polĆ©mica en sus difusos planteamientos iniciales āproyecto de ley medianteā, de proveerse de āciberreservistasā sustituya y/o frustre la legĆtima aspiración de las Fuerzas Armadas a disponer de personal cualificado con suficiencia para su cometido sin necesidad de renting de expertise civil.
SĆ que va siendo hora de mover el culo en el ciberespacio europeo. Y a paso ligero.