CuƩlamela Mark
La ciberseguridad estĆ” que arde y no ya solo porque recientemente una coqueta Falla con tal motivo fuera coprotagonista āy subsiguientemente objeto de cremĆ”ā en las afamadas celebraciones valencianas, sino porque ademĆ”s, estĆ” salpicando āy se estĆ” viendo salpicadaā por los sucesos con altĆsimo impacto mediĆ”tico que en estas semanas copan las portadas de medios tradicionales y digitales. Me refiero naturalmente al severo cuestionamiento al que estĆ” siendo sometido el emporio Facebook, y por derivada, su padre fundador: el hasta ahora inmarcesible Mark Zuckerberg.Al cierre de esta ediciĆ³n, desde que estallĆ³ este, su mĆ”s reciente escĆ”ndalo āya hubo uno bien gordo con la TFC en 2011ā, Facebook llevaba perdidos nada menos que cerca de 58.000 millones de euros de su valor en Bolsa. El megaaffair actual, marcado por una estrepitosa fuga (ĀæcesiĆ³n consentida?) de datos a un tercero que, al albur de arteras y certeras estrategias de manipulaciĆ³n, podrĆa haber sentenciado histĆ³ricos acontecimientos, cuales son decantar la elecciĆ³n de determinado presidente de superpotencia o la retirada de un ilusionado proyecto europeo, anticipa a buen seguro el afloramiento en cascada de nuevos escĆ”ndalos de este pelaje.

Luis G. FernƔndez
Editor
lfernandez@codasic.com
En el camino de esta calamidad digital de alcance
planetario āno se olvide que hablamos de un emporio
con 2.000 millones de usuariosā ha quedado
seriamente daƱada esa palabra tan recurrida como
manoseada que es la āconfianzaā, supuesto pilar de
una sociedad crĆticamente sustentada en lo digital.
Entre las abundantes derivadas del asunto surge
una duda que concierne a nuestro mundillo: ĀæQuĆ©
destino les espera a los CISOs y DPOs de compaƱĆas
embarcadas en el uso intensivo de anƔlisis masivos
que, por razones que se les escapen o no estƩn a su alcance, les caiga sobre sus cabezas la guillotina
de estar concernidos en affaires de uso fraudulento
de su āpetrĆ³leo informativoā por maledicentes terceros?
Conviene no olvidar que Alex Stamos, CISO
de Facebook, fue escabechado āapartado de su rol
y arrojado a la cuneta laboral hasta veranoā por no
esmerarse lo suficiente o por estar atado de manos.
Parafraseando a los venerables Stones y a su rockero
hit, cabrĆa decir que: ojo avizor al āItās only your
privacy but we like itā.
Hoy y ahora, a los polĆticos y a los gobiernos les tiemblan las piernas por intuir que sobrevienen catastrĆ³ficas venturas que se escapan a sus dictĆ”menes y estrategias. El intangible y travieso derecho a la privacidad, y las noticias falsas, en todos sus colores y alcances, retruenan en brutal estampida y distorsionan en tiempo real esos futuros que antaƱo, disponiendo de tiempo y mesura, se encarrilaban con sentido comĆŗn.
En Europa, a trancas y barrancas āy con la zarandeada Theresa May como protagonista forzosaā sus mandamases tratan de dar un tirĆ³n de orejas a la Rusia putinista con la endeble aseveraciĆ³n de constatarle āabrumadores āindiciosā de culpabilidadā sin poder aportar prueba fehaciente alguna de tales tropelĆas. Y en EspaƱa, el Congreso, a imitaciĆ³n de la estrategia de UE para parar la difusiĆ³n de noticias falsas en lĆnea, tratarĆ” a travĆ©s de su ComisiĆ³n de Defensa de constituir un Grupo de Estudio sobre las fake news en el que, segĆŗn lo previsto, solo lo conformarĆ”n diputados en tanto que los medios de comunicaciĆ³n āeditores y expertosā āsoloā informarĆ”n. AcabĆ”ramos.
Como consuelo cabe celebrar el nombramiento en nuestro paĆs de la denominada Embajadora de EspaƱa en MisiĆ³n Especial para las Amenazas HĆbridas y la Ciberseguridad, Julia Olmo, quien, sucediendo a Ricardo Mor, tratarĆ” en el Ć”mbito internacional de afrontar el reto de la amenazas transversales en un dominio, el quinto, ciberlĆquido y renuente a ponerse puertas legales.
Y a colaciĆ³n de esto, con toda seguridad valdrĆ” la pena asistir a las Jornadas de Ciberdefensa āOperaciones militares en el Ciberespacioā , convocadas en mayo prĆ³ximo por el MCCD, donde a buen seguro se abordarĆ”n, impartidos por destacados representantes de la ciberdefensa a nivel mundial, no pocas sesiones centradas en estos candentes temas.
Hoy y ahora, a los polĆticos y a los gobiernos les tiemblan las piernas por intuir que sobrevienen catastrĆ³ficas venturas que se escapan a sus dictĆ”menes y estrategias. El intangible y travieso derecho a la privacidad, y las noticias falsas, en todos sus colores y alcances, retruenan en brutal estampida y distorsionan en tiempo real esos futuros que antaƱo, disponiendo de tiempo y mesura, se encarrilaban con sentido comĆŗn.
En Europa, a trancas y barrancas āy con la zarandeada Theresa May como protagonista forzosaā sus mandamases tratan de dar un tirĆ³n de orejas a la Rusia putinista con la endeble aseveraciĆ³n de constatarle āabrumadores āindiciosā de culpabilidadā sin poder aportar prueba fehaciente alguna de tales tropelĆas. Y en EspaƱa, el Congreso, a imitaciĆ³n de la estrategia de UE para parar la difusiĆ³n de noticias falsas en lĆnea, tratarĆ” a travĆ©s de su ComisiĆ³n de Defensa de constituir un Grupo de Estudio sobre las fake news en el que, segĆŗn lo previsto, solo lo conformarĆ”n diputados en tanto que los medios de comunicaciĆ³n āeditores y expertosā āsoloā informarĆ”n. AcabĆ”ramos.
Como consuelo cabe celebrar el nombramiento en nuestro paĆs de la denominada Embajadora de EspaƱa en MisiĆ³n Especial para las Amenazas HĆbridas y la Ciberseguridad, Julia Olmo, quien, sucediendo a Ricardo Mor, tratarĆ” en el Ć”mbito internacional de afrontar el reto de la amenazas transversales en un dominio, el quinto, ciberlĆquido y renuente a ponerse puertas legales.
Y a colaciĆ³n de esto, con toda seguridad valdrĆ” la pena asistir a las Jornadas de Ciberdefensa āOperaciones militares en el Ciberespacioā , convocadas en mayo prĆ³ximo por el MCCD, donde a buen seguro se abordarĆ”n, impartidos por destacados representantes de la ciberdefensa a nivel mundial, no pocas sesiones centradas en estos candentes temas.