ĀæDĆ³nde he visto yo esto antes?
El ecuador de la temporada estival nos deparĆ³ una sorpresa morrocotuda aunque no por ello menos esperada: finalmente se consumaba el intento de Broadcom de adquirir Symantec. Esta adquisiciĆ³n no es una operaciĆ³n cualquiera. Aunque en nuestro agitado sector suceden sin parar āesta revista, de hecho, tiene una secciĆ³n especĆfica para hacerse eco de los trasiegos mercantiles de esta industria, aĆŗn falta de madurez y consolidaciĆ³nā, lo cierto es que la compra de Symantec tiene mayor relevancia de la habitual.
Que un gigante mundial de la fabricaciĆ³n de chips y de software de infraestructura como es la hoy californiana āy en origen, de Singapurā Broadcom quiera seguir expandiĆ©ndose, no es algo anĆ³malo en la feroz batalla por formar parte del club de los gigantes tecnolĆ³gicos. Tras merendarse hace algo mĆ”s de dos aƱos a Brocade por 4.959 millones de euros (y por ende su catĆ”logo de productos de almacenamiento y de red de datos āulteriormente vendido este Ćŗltimo apartado a Extremeā) hizo luego lo propio con otro emblemĆ”tico proveedor de software empresarial: CA Technologies, para lo cual desembolsĆ³ 16.200 millones de euros.

Luis G. FernƔndez
Editor
lfernandez@codasic.com
En estas, llega un verano salpicado por el rumor estival estelar: ĀæcomprarĆ” Broadcom a una de las mayores empresas mundiales de ciberseguridad? Tras sucesivos dimes y diretes la compaƱĆa finalmente anunciaba la consumaciĆ³n de la compra. Eso sĆ, en el camino negocial se dejaba la parte de consumo fuera del acuerdo, por lo que finalmente Broadcom cerraba la adquisiciĆ³n expresa de la unidad de ciberseguridad corporativa y empresarial de Symantec por 9.600 millones de euros, fracasando asĆ su empeƱo inicial de apoderase tambiĆ©n de la otra porciĆ³n de la filial Norton, nada desdeƱable, centrada en el software antivirus residencial. Cabe precisar que entre ambas, en aportaciones similares, generaban unos suculentos ingresos totales de 4.500 millones de euros.
Visto lo visto, surgen interesantes cuestiones. ĀæDĆ³nde estĆ”n las posibles sinergias de un fabricante de semiconductores y las capacidades de protecciĆ³n adquiridas? ĀæEs una meditada estrategia de diversificaciĆ³n que, al tiempo que propicia seguir ganando terreno para afianzarse en USA con potentes inversiones en suelo estadounidense ātan del gusto de Trumpā, incursiona de paso en los terrenos mĆ”s crĆticos de las compaƱĆas, cual son sus activos de informaciĆ³n, apoderĆ”ndose de su llevanza y custodia?
MĆ”s allĆ” del hecho de que, en afirmaciones de su presidente y consejero delegado, Hock Tan, esta operaciĆ³n suponga compartir valores de innovaciĆ³n, colaboraciĆ³n y excelencia en ingenierĆa entre ambos gigantes tecnolĆ³gicos, lo cierto es que no se atisban mayores sinergias entre tan dispares actores.
Un inquietante indicio del incierto porvenir que pudiera avecinarse tras esta operaciĆ³n āa consumarse con todos los plĆ”cets en el primer trimestre del aƱo fiscal 2020ā se deriva de lo sucedido escasos meses despuĆ©s de la compra de CA. Broadcom se deshizo de Veracode, una de las joyas ciber del cĆ©lebre fabricante de mainframes nacido como Computer Associates en 1976; la prestigiosa unidad de negocio focalizada en ciberseguridad que ofrece una plataforma para testeo de aplicaciones que ayuda a los desarrolladores y equipos de protecciĆ³n a solucionar vulnerabilidades, fue vendida escasos meses despuĆ©s al Ć”vido fondo Thoma Bravo por 865 millones de euros, generando la operaciĆ³n mĆ”s de 300 millones de plusvalĆas en menos de un aƱo. En la subsidiaria espaƱola hubo una desbandada generalizada de sus talentosos expertos en ciberseguridadā¦
Uno tiene el dĆ©jĆ vu de lo acontecido al otro gigante de la ciberprotecciĆ³n, McAfee, cuando acabĆ³ en las fauces de Intel por intenciones similares a resultas de lo cual, y tras varios aƱos de infructuosa digestiĆ³n, acabĆ³ en estĆ©ril fiasco por incompatibilidad, extravĆo de rumbo y dejadez.
En este tablero mercantil todos entendemos la inevitabilidad de que el āPez grande come al chicoā y que jugosos dividendos primen siempre la operaciĆ³n, pero tambiĆ©n deben prevalecer criterios atinados que, aprendiendo de lo anterior, conduzcan a buen puerto estas delicadas macrooperaciones.
Tanto el propio sector de la ciberseguridad como los usuarios empresariales de ella se merecen la existencia de actores que protagonicen con Ć©xito su liderazgo y les acompaƱen de manera fiable en su travesĆa migratoria digital.
Para quienes ya hemos visto estos tropiezos con anterioridad, serĆa una lĆ”stima que, por el vil metal o por maniatarla, se malograra la solvente y fructĆfera trayectoria de Symantec, cuya visiĆ³n de cĆ³mo afrontar los retos actuales para la habilitaciĆ³n confiable del negocio digital ānube y transformaciĆ³n medianteā, es atinada. Y lo mismo es de aplicaciĆ³n al conjunto de profesionales que lo integran, empezando por el Ć©xito de los locales en EspaƱa, que acreditan un mĆ”s que contrastado talento. Estaremos atentos a este devenir.