Primero resiliencia y despuĆ©sā€¦ antifragilidad

Las dos definiciones de resiliencia de la Real Academia de la Lengua son, primera, ā€œla capacidad de adaptaciĆ³n de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situaciĆ³n adversosā€ y, segunda, ā€œla capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbaciĆ³n a la que habĆ­a estado sometidoā€. En definitiva, resiliencia es la capacidad de regresar al estado inicial tras una perturbaciĆ³n.

Los ciberataques son evidentes perturbaciones a nuestras organizaciones y, por ende, a nuestra sociedad, cada dĆ­a mĆ”s digital. En el mundo cĆ­ber el regreso al estado inicial es, en ocasiones, mĆ”s un sueƱo que una realidad. Recuperar un estado en el que es posible continuar con el negocio y, mĆ”s importante aĆŗn, conservar la confianza de nuestros usuarios y clientes, es el objetivo de la resiliencia frente a ciberataques.

En 2013, la UniĆ³n Europea elaborĆ³ la estrategia de Ciberseguridad. La directiva de seguridad de la informaciĆ³n (ā€œNetwork and Information Directive, NISā€), asĆ­ como la directiva 2013/40/EU sobre ataques a sistemas de informaciĆ³n son dos piezas clave de dicha estrategia. TambiĆ©n en 2013 se creĆ³ en Europol el Centro contra el Cibercrimen (EC3). Junto a la Agencia Europea de Seguridad de la InformaciĆ³n (ENISA), creada en 2004, y el equipo de respuestas a incidentes de la ComisiĆ³n CERT-EU, creado en 2012, constituyen las herramientas de las que dispone Europa para luchar contra los ciberataques.

Con estos mimbres, en 2016, la ComisiĆ³n Europea comenzĆ³ a utilizar el concepto de ciberresiliencia. La colaboraciĆ³n entre el sector privado y el pĆŗblico constituye un elemento esencial para conseguir resiliencia, en especial en infraestructuras y servicios crĆ­ticos.

En 2020, quizĆ”s sea la hora para dar un paso mĆ”s e innovar aplicando al mundo cĆ­ber el concepto de antifragilidad acuƱado por Nassim Nicholas Taleb. Este filĆ³sofo contemporĆ”neo, que hizo popular la teorĆ­a del cisne negro, afirma que el riesgo no puede medirse, pero la fragilidad de un sistema sĆ­. Anclado en teorĆ­as evolutivas, Taleb observa que hay sistemas cuya robustez aumenta cuando sufren perturbaciones: son antifrĆ”giles. Un ejemplo de sistema antifrĆ”gil es la aviaciĆ³n comercial: las medidas que se implementan en dicha industria tras el estudio de cada accidente aĆ©reo mejora su robustez. ĀæY si diseƱamos nuestras defensas cĆ­ber de un modo sistĆ©mico y antifrĆ”gil para que se beneficien de ataques de baja intensidad y estar asĆ­ mĆ”s preparados ante prĆ³ximos ciberataques que puedan ser nuestros cisnes negros? Sin duda un campo de innovaciĆ³n por explorar y desarrollar en este 2020. ĀæQuiĆ©n se atreve?

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