On verra Madrid
En estos tiempos de severas tribulaciones, en los que la duda atenaza enfilar el futuro con garantĆas, el deseo de certidumbre es muy necesario para no pisar en falso. La ciberseguridad no escapa a esta aseveración, por lo que la ānecesidad de saberā se erige en algo perentorio para no tropezar y avanzar en su construcción e impulso. AsĆ, por ejemplo, en lo referido a nuestro sector, trazar su anatomĆa y composición, conocer su esqueleto, chequear su salud y registrar su ālatirā es algo poco menos que obligado cuando no vital.
Cierta entidad que a los sagaces lectores no se les escaparĆ”, lleva casi dĆ©cada y media manejando un acumulado presupuestario de varias decenas de millones de euros para ejecutar encomiendas destinadas a impulsar el ecosistema y contribuir a proteger al empresariado y la ciudadanĆa. A dĆa de hoy, tras media docena de timoneles al frente, e incluso dejando sin gastar casi una cuarta parte de su presupuesto anual de 2019, esta sociedad aĆŗn no sido capaz de llevar a cabo un estudio solvente que recoja con razonable aproximación cómo es el hĆ”bitat espaƱol de ciberseguridad, y mucho menos disponer de un diagnóstico serio sobre su refinado y potenciación.

Luis G. FernƔndez
Editor
lfernandez@codasic.com
Frente a este desatino, en absoluto paliado con vergonzosos remedos puntuales que mejor habrĆa que olvidar, surgen Ćŗltimamente indicadores de que en otras latitudes de la gestión sĆ hay motivos para una halagüeƱa esperanza, siquiera parcial, de ir afinando el tiro. Me refiero a la buena salud manifestada por entidades autonómicas, sin duda espabiladas.
En CataluƱa y PaĆs Vasco ya se dispone de estudios que radiografĆan sus respectivos ecosistemas. Cabe mencionar al respecto los recientes āII Libro Blanco de la Ciberseguridad en Euskadiā, realizado por el BCSC, y āCiberseguridad en CataluƱa: informe tecnológicoā, con aportaciones al alimón de la entidad ACCIO y la propia Agencia de Ciberseguridad de CataluƱa. Sus reveladores guarismos indican el camino a seguir. En la presente edición de la revista hay información al respecto, incluso presencia directa de los protagonistas autonómicos aludidos.
Y en estos menesteres, ĀæquĆ© pasa con Madrid, concentrador mayoritario del tuĆ©tano empresarial espaƱol del asunto? Pues que empezó con mal pie. Sucedió allĆ” por 2007, aƱo en el que se funda el flamante Cluster de Seguridad y Confianza de la Comunidad de Madrid. Al aƱo siguiente, la iniciativa āintegrada en lo que se denominaba Red de Parques y Clusters de la Comunidad Autónoma madrileƱa y creada a instancias del Instituto MadrileƱo de Desarrollo (IMADE) y de la Dirección General de Innovación y TecnologĆa de la Comunidad de Madridā, echó esperanzadoramente a andar con la certeza de saber las posibilidades de una región que aglutinaba una elevadĆsima concentración de empresas del sector, ademĆ”s de otras actores concernidos tales como universidades, entidades de evaluación y certificación, infraestructuras crĆticas...
El constructo no cuajó. MĆ”s allĆ” de dilapidarse buena parte de su presupuesto en traerse de paseo mediĆ”tico matritense como cebo al carĆsimo y āmanoseadoā Kevin Mitnick ācharleta de guardarropĆa medianteā, el su por entonces director āLucio GonzĆ”lez JimĆ©nezā, no pudo ni evitar malograr el potencial ni el desencanto de su decena inicial de socios, fracasando en el empeƱo de dar continuidad y Ć©xito a una idea inicialmente cautivadora con gran futuro. Al final este estĆ©ril esfuerzo quedó desvanecido feneciendo en un agónico concurso de acreedores en 2015.
Tras este desolador y fallido episodio, nos encontramos ya hoy en las postrimerĆas de un agitado verano que trae buenas y cĆ”lidas nuevas. Me refiero al anuncio de la fundación del Cluster de Ciberseguridad de Madrid, que da sus primeros pasos constituyendo su junta directiva y marcando sus objetivos.
En esta ocasión, ha de quedar bien entendido que el Cluster ha sido constituido como asociación sin Ć”nimo de lucro, con personalidad jurĆdica propia y patrimonio propio independiente. Su pretensión es ser un punto de encuentro de empresas, asociaciones e instituciones, tanto pĆŗblicas como privadas, que desarrollan actividades en el Ć”rea de Madrid, en nuestro sector. Al frente figura un prestigioso profesional āCISO en la actualidadā con una solvente trayectoria en la gestión de la ciberseguridad y conocimientos precisos de los retos tecnológicos asociados: DamiĆ”n Ruiz.
La iniciativa ha contado con el apoyo de la Dirección General de EconomĆa del Ayuntamiento de Madrid, en tanto entidad impulsora y facilitadora que tambiĆ©n ha propiciado resoluciones similares este aƱo (big data, IA y fintech). TambiĆ©n cuenta adicionalmente con el apoyo y participación de la ViceconsejerĆa de EconomĆa de la Comunidad de Madrid. MĆ”s de una decena de empresas, asociaciones y entidades de referencia se encuentran entre sus fundadores.
Enfocar atinadamente los esfuerzos en averiguar y entender el tallaje de un pujante sector madrileƱo que, aun asĆ y con todo, adolece de dispersión, desconfianza y de estar mal atendido; cohesionarlo mediante la cooperación sincera y transparente, contribuyendo a su dinamización como es debido de cara a su proyección exterior, propiciando, por ejemplo, su exhibición en un marco ferial potente, Ćŗtil y a la altura āen las antĆpodas de los sucedĆ”neos descafeinados de todos conocidosā, son objetivos que habrĆ”n de estar muy presentes en un loable propósito cual es ser, de una vez, el nodo de excelencia y referencia que por potencial le corresponde a Madrid.
Algunos, al tener el trasero bastante āpelaoā, entendemos que es un deber ir de una vez ya a por ello. Sabiendo, ademĆ”s, cómo hay que hacerlo, saludamos la llegada del Cluster y damos la bienvenida a esta nueva oportunidad de enmendalla. En afrancesada expresión mayestĆ”tica resta decir: On verra, Madrid (ya veremos, Madrid).