La Ciber Nostra

ĀæSe estĆ” haciendo la ciberseguridad acreedora de la debida consideraciĆ³n en estos dĆ­as? Con la que estĆ” cayendo cabe temer que se socave su imagen de compaƱera indispensable y fraternal en esta desbocada odisea protagonizada por la sociedad digital que nos ocupa.

ĀæRazones? AquĆ­ va la primera. Con enorme estupor el sector espaƱol de la ciberseguridad tuvo conocimiento en marzo pasado de una noticia inquietante: TelefĆ³nica, una de las mayores empresas en EspaƱa con foco intenso en ciberseguridad ā€“448 millones de facturaciĆ³n en 2020 bajo la marca ElevenPathsā€“ habĆ­a despedido en febrero a su mĆ”ximo responsable del Ć”rea de ciberprotecciĆ³n, Pedro Pablo PĆ©rez, por presunto fraude en varias operaciones corporativas. Junto a Ć©l tambiĆ©n trascendĆ­a que otros empleados fueron igualmente desvinculados de la pujante unidad de negocio, tras un proceso investigador iniciado meses atrĆ”s y cuyas depuraciones tal vez no hayan concluido aĆŗn.

Ante las presuntas irregularidades ā€“supuestamente cercanas al conflicto de intereses, contrataciones inapropiadas con proveedores, enriquecimiento ilĆ­citoā€¦ā€“, no serĆ­a extraƱo que la compaƱƭa presidida por Jose MarĆ­a Ɓlvarez-Pallete considerara oportuno propiciar una taxativa y pronta damnatio memoriae y emprendiera acciones en los tribunales para esclarecer estos comportamientos reprobables, mĆ”xime con la celebraciĆ³n en el horizonte (23 de abril) de la Junta General de Accionistas, con el deseo a medio plazo de vender una mĆ”s que suculenta unidad y con Europa muy atenta a toda seƱal de posible corrupciĆ³n en los instantes previos al chorreo de euros para la recuperaciĆ³n (5G incluida).

Es de pĆŗblico conocimiento que la multinacional espaƱola venĆ­a acometiendo en los Ćŗltimos aƱos una activa polĆ­tica de inversiones y adquisiciones en nuestro segmento, entre otras vĆ­as merced a Telefonica Tech Ventures ā€“vehĆ­culo de inversiĆ³n de TelefĆ³nica en startups en el campo de la ciberseguridadā€“ y al hub de innovaciĆ³n abierta Wayra. Al respecto cabe recordar en los Ćŗltimos tiempos las operaciones en EspaƱa vinculadas con Govertis, Pridatect, Nozomi, Smart Protection, iHacklabs, Alias Robotics y hace escasas dos semanas fcase, startup de origen britĆ”nico especializada en tecnologĆ­a de orquestaciĆ³n de antifraudes.

Como es sabido, la reestructuraciĆ³n de TelefĆ³nica ā€“anunciada en noviembre de 2019ā€“ propiciĆ³ una remodelaciĆ³n de su divisiĆ³n Tech ā€“de la que SIC ya dio cuenta en su ediciĆ³n anteriorā€“ por la que se agrupaban las Ć”reas de ciberseguridad y nube, de un lado, y de IoT y Big Data, de otro, dentro del paraguas genĆ©rico de Telefonica Tech. De esta guisa, y en coincidencia con la visibilidad mediĆ”tica del ā€˜affaireā€™, la matriz anunciaba el inmediato nombramiento al frente de la misma de MarĆ­a JesĆŗs Almazor, anteriormente Consejera Delegada de TelefĆ³nica EspaƱa.

Y ahora la segunda: el calvario SEPE (Servicio PĆŗblico de Empleo Estatal). Si no tenĆ­amos bastante ya con las oleadas de extorsiones causadas por ransomware cada vez mĆ”s agresivos en sus estragos e insaciables en sus pingĆ¼es chantajes (la reciente a Acer andaba por los 50 millones), el golpeo con esta ā€˜tĆ©cnicaā€™ al SEPE y sus derivadas sociales de indefensiĆ³n para con el desvalido afectado, visibiliza la acusada fragilidad y vetustez cibernĆ©tica de una mayorĆ­a de entidades y organismos de carĆ”cter pĆŗblico cuya precariedad ciberdefensiva roza lo sonrojante, dejando en su sitio a los bocazas proclamadores de supuestos posicionamientos espaƱoles favorables en rankings de ciberseguridad de cuestionable solvencia y/o representatividad. La verdad es que estarĆ­an mejor calladitos (y dando mĆ”s el callo con discreciĆ³n para paliar las carencias). Entretanto, desde Interior se anuncia con gran boato un plan estratĆ©gico de ā€˜1 millĆ³n de eurosā€™ para reforzar la lucha contra la cibercriminalidad. Ā”Cielos, con semejante dotaciĆ³n ya podemos respirar tranquilos!

Y toca concluir con la tercera. Es bochornoso constatar cĆ³mo el triunvirato de grandes potencias mundiales ā€“China, Rusia y EE.UU.ā€“ con sus respectivos prebostes al frente, buscan cualquier ocasiĆ³n, cumbres incluidas, para arrojarse los cibertrastos a la cabeza con la ciberseguridad por montera. Antes ni se la mentaba y ahora es una glamurosa arma arrojadiza. Resulta cansino oĆ­rles reprobarse mutuamente sus respectivas razzias digitales y, por supuesto, su bravuconerĆ­a verbal nunca acompaƱada de pruebas fehacientes de la atribuciĆ³n. Eso sĆ­, no resultarĆ­a extraƱo colegir que los daƱos derivados de su fraticida lucha en pos de la soberanĆ­a tecnolĆ³gica mundial ā€“state-nation gangs medianteā€“, sigan propiciando vendettas colaterales en paĆ­ses que como el nuestro, irremediablemente han de alinearse con alguna de esas sensibilidades para disgusto de las restantes en este wild west digital global.

Proclama final: Ā”PolĆ­ticos planetarios, gestores y celebrities embelesados por la ciberprotecciĆ³n: no queremos que la ciberseguridad sea mentada en vano y mucho menos manoseada de modo utilitarista, no vaya a ser que la Ciber Nostra se nos venga arriba de verdad!

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