Seamos irreverentes

Me pidieron dar mi visiĆ³n sobre las amenazas y los tipos de ataque que acecharĆ”n en 2022. PermĆ­tanme salirme del camino marcado. Tienen todo el resto de la revista para empaparse de serias predicciones, muy bien justificadas y ajustadas a la realidad tecnolĆ³gica que nos rodea. DĆ©jenme ser irreverente en mis cavilaciones. QuizĆ”s cause revuelo y tomen estas provocaciones para iniciar una conversaciĆ³n constructiva entre ustedes.

El pasado aƱo, por estas fechas, escribĆ­a en esta secciĆ³n una columna titulada ā€œReceta Āæmagistral o mĆ”gica? para sobrevivir en ciber en 2021ā€. En ella, confirmaba la creciente relevancia de los ciberincidentes, tanto en pĆ©rdidas econĆ³micas, como en el nivel de estrĆ©s asumido por los profesionales de la ciberseguridad. Adicionalmente, sugerĆ­a ingredientes alternativos para mejorar nuestra ā€œreceta diariaā€ en nuestro trabajo.

Hablaba primero de elementos imprescindibles para mantener una vida equilibrada, como el ejercicio fĆ­sico y la alimentaciĆ³n. Segundo, y ya enfocado a la seguridad, argumentaba que una buena monitorizaciĆ³n de nuestros sistemas, junto con una prĆ”ctica efectiva de gestiĆ³n de identidades, cambios y parcheo de vulnerabilidades, pueden mejorar nuestra resiliencia. Mencionaba tambiĆ©n la necesidad de usar fuentes de informaciĆ³n fiables, de colaborar con otros equipos y entidades y, finalmente, proponĆ­a la creaciĆ³n de equipos verdaderamente multidisciplinares. Bien, todo esto aplica igualmente a 2022. Sin embargo, algo me dice que, otro aƱo mĆ”s, seguiremos sin poder ā€œcocinarā€ este plato en nuestra cocina. El dĆ­a a dĆ­a, tĆ”ctico y cortoplacista, nos llenarĆ” nuestra bandeja de entrada. Esta es mi predicciĆ³n. Espero que no se cumpla y que, poco a poco, nuestro oficio sea mĆ”s gratificante.

Necesitamos hacer de la ciberseguridad una profesiĆ³n atractiva para nuestros jĆ³venes, donde puedan disfrutar creciendo personal y profesionalmente. Ainara, el nombre ficticio de una nueva ā€œcompaƱera en la oficinaā€, me confesaba el otro dĆ­a, toda contrariada, lo difĆ­cil que es, en nuestra profesiĆ³n, distinguir entre conocimiento y opiniĆ³n. Entre un anĆ”lisis real y ā€œpura charlatanerĆ­aā€. Ainara es joven, acaba de asumir su primer puesto de responsabilidad, procede del mundo cientĆ­fico e ingenieril, y tiene el loable objetivo de proporcionar valor al negocio proponiendo medidas de ciberseguridad justificables e implementables. AhĆ­ es nada.

Yo sĆ³lo pude animar a Ainara con dos mensajes: le di la bienvenida a una profesiĆ³n en continuo proceso de autodefiniciĆ³n en la que ā€œcasi todo estĆ” aĆŗn por hacer o demostrarā€ y le animĆ© a que aplicase su ā€œmĆ©todo cientĆ­ficoā€, basado en la observaciĆ³n sistemĆ”tica de hechos reales, para proponer medidas de seguridad repetibles cuya eficacia se pueda medir. Esperemos que Ainara no cambie de actividad profesional durante 2022. La necesitamos.

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