Ciberseguridad: ¿a quién compra la pyme?
Los vendedores de ordenadores de sobremesa y portĆ”tiles (a los móviles los dejaremos fuera), y los fabricantes de āantivirusā, son los Ćŗnicos que desde hace mucho se pusieron de acuerdo para llegar a pymes. Las estructuras pĆŗblicas espaƱolas interesadas en promocionar la ciberseguridad entre este heterogĆ©neo segmento de organizaciones, han fracasado hasta la fecha (a ver quĆ© pasa con el Kit Digital), y los grandes jugadores privados en la provisión de servicios TIC tampoco han sabido (o han estado en otra cosa) conquistar tan jugoso mercado.
En abril de 2022, tenĆamos en EspaƱa, segĆŗn el ministerio de Industria, Comercio y Turismo, 2.938.000 pymes. Y en abril de 2021, uno de estos grandes jugadores, Telefónica Tech, lanzó su servicio āTu Empresa Seguraā con el que a fecha de cierre de esta edición brinda ciberprotección a 5.511 pymes. Las cifras cantan: 5.511 pymes protegidas por Telefónica Tech con āTu Empresa Seguraā de entre un total de 2.938.000 pymes. Hay, desde luego, mucho espacio para la mejora (de este y otros destacados actores).

JosƩ de la PeƱa MuƱoz
Director
jpm@codasic.com
QuizĆ” debamos empezar a enfocar la comercialización especĆfica de ciberseguridad en el mercado pyme de un modo diferente a como se hace desde el ramo de grandes proveedores de servicios TIC, tan apegados a la jerga telco bĆ”sica y obsesionados por una visión tecnológica algo reduccionista. Y digo esto porque con el concepto de gestión del riesgo de y en la cadena de suministro (de la que nadie escapa), el papel del seguro en el aminoramiento de ciertos daƱos causados por ciberataques, el aumento en el nĆŗmero, alcance y la materialización de amenazas, y los daƱos al sistema productivo, el servicio de ciberseguridad a la pyme empieza a tener un sabor mĆ”s cercano a la sensibilidad del sector financiero que a la del telco: hablamos de aplicar a las pymes el estilo y las formas en las que gestionan su ciberseguridad las entidades financieras maduras.
Ya existen iniciativas inspiradas en algún banco. Y su éxito va depender de que quienes las vendan sepan venderlas y también de que pongan empeño en venderlas.
Alipori
La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha estimado el recurso presentado por Leonardo Cervera, director del Supervisor Europeo de Protección de Datos, y aspirante a presidir la AEPD, y, en consecuencia, ha anulado el Acuerdo del Consejo de Ministros de 22 de febrero del presente por el que se comunicaba al Congreso de los Diputados la propuesta de candidatos a ocupar la Presidencia y la AdjuntĆa de la Agencia EspaƱola de Protección de Datos. Como es sabido, el PSOE de SĆ”nchez y el PP de Casado pactaron en su momento quienes ocuparĆan estos cargos. Y, ademĆ”s, lo anunciaron antes de iniciarse el proceso marcado por la ley para seleccionar a los ya elegidos de entre los candidatos, que todavĆa no existĆan. Ā”QuĆ© alipori! AsĆ que, por ahora, Mar EspaƱa sigue al frente de la AEPD.
Al cabo de los meses, vino el informe de Citizen Lab y el espionaje a independentistas catalanes, la exfiltración de información de los móviles del presidente del Gobierno y algunos ministros, el vergonzoso episodio del escaqueo ante la responsabilidad de la gestión de la seguridad de la información de los móviles presidenciales y la bochornosa destitución de la por entonces Secretaria de Estado Directora (SED) del Centro Nacional de Inteligencia - CNI, Paz Esteban. Y para proseguir la jugada, Pedro SĆ”nchez ha manifestado su interĆ©s en emprender la modificación del cuerpo legislativo que define y por el que se guĆa el CNI, y tambiĆ©n reformar la ley de Secretos Oficiales.
No es la primera vez en EspaƱa que se monta un escĆ”ndalo por āescuchasā (con o sin permiso judicial). Pero en esta ocasión, y en el caso de las exfiltraciones de datos de móviles del Gobierno de EspaƱa, el menĆŗ incorpora un nuevo ingrediente: la aparición en el barullo mediĆ”tico del otro Centro, el Criptológico Nacional - CCN (adscrito al CNI), cuyo papel es estrictamente tĆ©cnico, aunque su directora sea la SED del CNI, hoy Esperanza Casteleiro.
Miedo da lo que se les pueda ocurrir a las lumbreras polĆticas que pudieran participar en los pactos para las reformas antedichas y sus efectos en la Ciberseguridad Nacional. FĆjese el lector que pueden cambiar mucho las cosas incluso manteniendo el acrónimo CCN.