Defensa de infraestructuras críticas en coyunturas de alto riesgo
Las infraestructuras críticas deben protegerse, siempre. Pero cuando la probabilidad de que los riesgos se materialicen se incrementa es cuando nos preguntamos, continuamente, si las medidas de protección desplegadas realmente son suficientes, y si contamos con las capacidades de monitorización, respuesta y recuperación efectivas para hacer frente a la materialización de ciertos escenarios críticos. Antes de nada, y acotando el alcance, conviene definir qué se considera una infraestructura crítica. De manera genérica y simplista, se puede definir como el conjunto de sistemas, servicios y funciones clave cuya disrupción, destrucción, alteración o uso malintencionado podrían suponer un impacto negativo en la salud y bienestar de las personas, la seguridad nacional, e incluyendo aspectos como energía, comercio y comunicaciones; y cuya combinación sería nefasta en la sociedad actual.