Anda que no queda

Como buen español y, al tiempo, conciudadano europeo, deseo que hagamos un elogiable papel en esta quinta presidencia española de turno del Consejo de la UE en todos los frentes y niveles, y muy señaladamente en los que atañen a las acciones en materia de seguridad y confianza digitales, que son críticas para vivir mejor, comerciar mejor, defendernos mejor y tener opciones de hacernos valer fuera y exportar el estilo europeo de explotar las tecnologías de la información (ampliamente entendidas) con respeto estricto de los derechos fundamentales (que, dicho sea de paso, también vamos a tener que seguir intentando exportar –convencidos como estamos de tener razón– a no pocos lugares del mundo)

En líneas generales, los desarrolladores de sistemas, plataformas y aplicaciones TIC (y quienes los comercializan) no se han empezado a sentir concernidos por las implicaciones de sus constructos en los derechos de las personas y colectivos hasta hace relativamente poco. Empezaron a caer en la cuenta por estos pagos con la legislación sobre protección de datos personales a finales del siglo pasado. En el presente, además de con los datos personales, andamos a la greña con determinados tipos de IA, porque hay un ejército de iluminados, inconscientes y escritores compulsivos del bit deseando repetir con la IA lo que antaño se hizo con el despelote de la puesta en circulación masiva de las apps. Y eso hay que cortarlo de cuajo. Una cosa es paralizar la I+D+i, y otra desgraciar la civilización. Ya lo dijo en la edición de febrero de esta revista un excelente profesional, Agustín Valencia: la IA es “...Ese gran poder que conlleva una gran responsabilidad”.
Pues bien, la IA va a estar presente, de una u otra manera, en algunas de las discusiones de la UE durante nuestra presidencia de turno del Consejo. Y también, entre otras, la futura ley de ciberresiliencia

Esta norma, en su fase de tramitación, ya está teniendo efectos, no de resiliencia, y sí de resistencia por parte de los sectores a los que afecta: prácticamente todos, incluido el de evaluación y certificación de productos TIC que estén en disposición de conectarse. Digamos que la ciberseguridad por diseño tiene un coste y las industrias necesitarán un tiempo razonable de adaptación. Las certificaciones que se pidan deberán evitar que nos hagamos trampas al solitario, y los evaluadores notarán el peso de su responsabilidad. Y si no tienen ninguna, o no la comparten, la ciberseguridad por diseño será un espejismo.
Otro segmento concernido es el del modelo de desarrollo de software basado en la colaboración abierta (Open Source). Supongo que siempre que quede clara la cadena de responsabilidades en el desarrollo y la posibilidad de evaluar todas las capas de la ciberseguridad en base a algo concreto, no habría mucho problema. Aunque… a lo mejor hacer eso en este ecosistema es el problema.
Hay algunos asuntos que no parece que consten en la agenda de la presidencia española, aunque estén afectando ya a los mercados. Y uno de ellos es el de la discusión del papel del sector de seguros y reaseguros en la gestión de riesgos de la sociedad digital.
Parece razonable que las aseguradoras se lo piensen dos veces ante algo tan cambiante y poco formalizado como el mundo TIC de hoy, que a todas luces cierra la posibilidad de materialización de amenazas a bastante menos velocidad que las abre, y en el que los impactos pueden ser devastadores individualmente y propagarse a terceros, causando graves perjuicios encadenados a personas físicas y jurídicas. Menudo marrón. Como alguien dijo: “Somos muy buenos prediciendo el pasado”. Y no tenemos bola de cristal ni aplicando con tino el método Montecarlo con una IA.
Finalizo. Existe otro frente en el que convendría hacer hincapié en toda política europea y española activa: el de la empleabilidad. ¡Qué fácil es repartir fondos públicos de la UE para formar en ciberseguridad! Solo hay que tenerlos. Pero se olvida el objetivo último: que las personas encuentren un empleo, se ganen la vida dignamente y contribuyan al bienestar colectivo. Habría que apretar por ahí

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