Se busca director para la orquesta nacional de la ciberseguridad
El aƱo pasado se reportaron mĆ”s de 120 ciber incidentes crĆticos en EspaƱa. Para 2024 se espera un punto mĆ”s de desparrame en la descentralización, adobado generosamente con las prisas en seguir metiĆ©ndonos el gusanillo de la hiperconectividad. Solo con esto, y con la inclinación de mucho CIO transformador asfixiado por la superioridad jerĆ”rquica con el dulce veneno de la eficiencia ad infinitum, la confianza completa (por contraste con la Zero Trust), y atento a marcarse un tanto implantando sistemas de IA molones āque-aporten-valor-al-negocioā, la actividad de CISO va a ser mĆ”s compleja.
Para colmo, la legislación (particularmente la de la UE) ha vuelto su mirada hacia los órganos de gobierno y gestión de las empresas, que son los responsables de que las cosas pudieran no hacerse todo lo bien que cabrĆa esperar. (Ojo aquĆ, que las normativas todavĆa no traspuestas van a exigir una buena ponderación de riesgos asociados con el cumplimiento legal en materia de idoneidad y mejora de controles para que el deseo de dar facilidades a los posibles clientes para abrir cuentas bancarias con sencillez, desde cualquier sitio y por todos los canales posibles (es solo un ejemplo), no se traduzca en un incremento en engaƱos, posteriores fraudes y denuncias. Si hay sectores (banca y ātelcoā, por poner dos clĆ”sicos muy regulados) que pueden cooperar para que esto no suceda, mejor que lo hagan. Y si descubren que la cosa cuesta dinero, mejor que consensĆŗen fórmulas intersectoriales de corresponsabilidad, antes de que se las impongan.

JosƩ de la PeƱa MuƱoz
Director
jpm@codasic.com
Estas cuestiones abren un debate al que desde hace un quinquenio se va acercando el sector de la ciberseguridad. A saber: ĀæquĆ© ciberprotección es lĆcita vender a los clientes finales y cuĆ”l debe estar incorporada en los servicios que se ponen a su disposición? Pagarla la vamos a pagar. Pero la geometrĆa del negocio y la actividad cambia mucho. Con la apuesta de la ciberseguridad por diseƱo, polĆticamente la dirección estĆ” marcada. Al menos por ahora.
Sucede, ademĆ”s, que por la propia importancia de los ciberataques para la estabilidad de los estados democrĆ”ticos y las entidades supranacionales e internacionales, estos han ido tomando cartas en el asunto (en general con retraso) para mejor defender a las administraciones pĆŗblicas, la ciudadanĆa (no solo a los consumidores) y, en suma, al paĆs. Esto Ćŗltimo, en EspaƱa, se ubica en el perĆmetro de la seguridad nacional, en la que la ciberseguridad juega cierto papel, pero sin ponerle detrĆ”s -como sĆ a la primera- lo de nacional. ĀæPor quĆ©? Porque los que pueden decidir no deben saber por dónde tirar. (A lo mejor esa futura ley de ciberseguridad de la que ha hablado recientemente el ministro EscrivĆ” lo deja todo niquelado).
En la edición de febrero del aƱo pasado, Lorena Boix Alonso, Directora para la Sociedad Digital, la Confianza y la Ciberseguridad de la DG CONNECT de la Comisión Europea, en una entrevista amablemente concedida a SIC, manifestó que āEs fundamental que cada paĆs disponga de una autoridad nacional a cargo de la supervisión y el cumplimiento de las obligaciones de ciberseguridad derivadas de la NISā. Muchos paĆses de la UE ya la tienen. Les ganamos a otros paĆses europeos en muchos frentes de la gestión de la ciberseguridad, pero en este, no. ĀæEstaremos acaso esperando a la trasposición de la NIS2 y a la actualización de ese documento gubernamental que es nuestra vigente Estrategia Nacional de Ciberseguridad?
Las comunidades autónomas llevan tiempo organizĆ”ndose, si bien es cierto que no del mismo modo: CataluƱa y PaĆs Vasco con agencia; Madrid, tambiĆ©n recientemente; Comunidad Valenciana con su ejemplar CSIRT; Galicia (Amtega-CSIRT-Gal); AndalucĆa ADA-AndalucĆaCERT); Canarias; Región de Murcia (CSIRT); Aragón (servicios de CERT a travĆ©s de AST); Castilla y León; Castilla-La Mancha (SOC este aƱo); Navarra y Baleares (que montarĆ”n agencias en 2024) y cuatro comunidades autónomas mĆ”s estĆ”n definiendo cómo van a centralizar sus procesos de ciberseguridad. Falta que, a efectos generales, se sigan moviendo los ayuntamientos.
Y es que por cualquier lado nos la pueden liar los ciberatacantes: privados, pĆŗblicos, clientes, suministradores, internos, externos, grandes, pequeƱos, medianos⦠esto es lo que tiene hoy lo cibernĆ©tico y lo ciberfĆsico. ĀæQuiĆ©n dijo que la transformación era barata? Tenemos de todo en el solar patrio: mĆ©todo para anĆ”lisis y gestión de riesgos y herramienta asociada, ENS, LucĆa para el intercambio de incidentes, inteligencia compartida con Reyes, respuesta integrada con la RNS, proyecto de certificación de SOC (Ā”ojo, lector de MSSP!), grupo de caza de amenazas, certificación de tecnologĆas. Y participamos en la iniciativa de la red europea de SOC, ENSOC, junto a Italia, Luxemburgo, Portugal, BĆ©lgica, Austria y PaĆses Bajos. Y para emprendedores y creación y retención del ātalentoā, dicen que disponemos de mucha pasta.
Pero no tenemos director de orquesta para el constructo que estamos montando. Esperemos que el asunto no caiga en el bucle ideológico de la Ć©poca previa a los Juegos OlĆmpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla, en la que la mitad de EspaƱa creĆa en las autovĆas y la otra mitad en las autopistas.