TELEFÓNICA: 100 años conectando la vida de las personas de forma segura
Telefónica ha llegado hasta aquí porque ha sabido transformarse, anticipándose siempre a su tiempo y con una misión clara: dar servicio y ser de utilidad a la sociedad, donde la seguridad de los clientes y las comunicaciones ha sido un elemento fundamental en esta misión.
Como dice nuestro Presidente Ejecutivo José María Álvarez-Pallete, “Telefónica es una historia apasionante de constante transformación”, y la transformación de la ciberseguridad en Telefónica también ha sido constante y especialmente apasionante.
En los inicios la seguridad física tenía casi todo el protagonismo, pero fue a mediados de los años 90 con el Internet comercial impulsado por Infovía cuando la “seguridad informática” empieza a crecer en protagonismo, tanto en Telefónica como en muchas otras grandes empresas.
La función de seguridad informática interna estaba repartida en las áreas de sistemas y de red, así como en las áreas de seguridad corporativa dependientes de las áreas legales. Existían funciones globales que buscaban la coordinación de las áreas de seguridad de los países y lideraban la relación con otras empresas y organismos nacionales e internacionales.
Unificación
En 2017, se unificaron todas las funciones de seguridad, acorde a una nueva política global de seguridad, bajo el liderazgo de la Dirección Global de Seguridad e Inteligencia, con una sólida coordinación global, para funcionar como un equipo y estar mejor preparados frente a las nuevas ciber amenazas (como lo fue el WannaCry). Al CISO se le bautizó como responsable de la función de Seguridad Digital, con una dimensión más ambiciosa que unificara la seguridad de la información y la ciberdefensa, apostando por desarrollar las funciones de ciberinteligencia, la detección y la respuesta a incidentes.
En los últimos años se han desarrollado internamente capacidades de ciberdefensa propias, que han permitido a Telefónica ir más allá de lo que ofrece el mercado y ser más eficaces y eficientes en la anticipación, detección y respuesta. Durante este tiempo, también se ha reforzado el posicionamiento de la seguridad digital en la agenda de las Comisiones y de la Alta Dirección, existiendo un compromiso con aquella al máximo nivel. De igual manera, se han desarrollado capacidades de mando y control que refuerzan otras funciones de seguridad, como la gestión de crisis o la prevención del fraude.
Y desde siempre, Telefónica ha creído en la colaboración público-privada y privada-privada, participando en diversos foros tanto a nivel nacional como internacional.
Actualmente, la seguridad digital interna de Telefónica goza de madurez, pero si hemos podido ver más lejos es porque hemos estado subidos a hombros de gigantes, que son todos los “telefónicos” que durante años han dedicado su esfuerzo a que la seguridad digital interna de Telefónica haya mejorado día a día.
Paralelamente a esta transformación, Telefónica se ha consolidado como integrador de productos y servicios de ciberseguridad, cuya oferta hacia el cliente actualmente se canaliza a través de Telefónica Tech, que ha ganado por méritos propios convertirse en un proveedor de referencia y un socio de confianza en el mercado de ciberseguridad en los países en los que tiene presencia.
Durante cien años, Telefónica ha estado anticipándose y adaptándose a los nuevos retos de seguridad. Y los que hay por delante sin duda serán mayores, como el crecimiento y la sofisticación continua de las ciberamenazas, el uso y la protección de la IA, el despliegue seguro de 5G, la seguridad de la cadena de suministro, la regulación, el mercado asegurador, etc., por nombrar algunos. En este cambio de era, Telefónica está preparada y tiene el compromiso de afrontar la seguridad digital de las redes del futuro.
Para terminar, procede dar las gracias a todos los empleados, colaboradores, proveedores, socios y amigos que nos han acompañado en este camino de la seguridad en todos sus frentes y animar a las generaciones futuras de profesionales con el foco en la seguridad digital a conservar el espíritu de exigencia, compromiso y vocación de servicio a la sociedad que nos caracteriza.