Contentos protegemos mejor

He releído el texto de anteproyecto de ley de coordinación y gobernanza de la ciberseguridad que Interior puso en periodo de audiencia pública (ya concluido), y que hay que entender como el primer paso para, al menos, trasponer al ordenamiento jurídico español la NIS2. He leído también el texto de anteproyecto de ley de protección y resiliencia de entidades críticas, CER, que Interior ha puesto recientemente en audiencia pública (abierto cuando esto escribo), que hay que entender como el primer paso para, al menos, trasponer al ordenamiento jurídico español la Directiva relativa a la resiliencia de las entidades críticas. En ambos casos, ya hemos incumplido los plazos de trasposición.

Ante la sospecha de que la relectura del primer anteproyecto y la lectura del segundo me pudiera licuar los sesos, para darme un respiro decidĆ­ apretarme entremedias el recientemente editado Informe Anual 2024 de Seguridad Nacional, un documento gubernamental cuya lectura recomiendo a todos los integrantes de nuestro gremio para comprender el marco conceptual en el que se fundamenta nuestra Seguridad Nacional, y que me lleva a recordar que los expertos en ciberseguridad que viven de ella, quieran o no, forman parte del entramado de la Seguridad Nacional, tal cual parece que esta va reptando por entre los acontecimientos, sucesos, incidentes, investigaciones, sospechas y desinformaciones de parvulito que van conformando la actualidad.

Digeridos los tres documentos, todavía me quedaron ganas de leer otro: la Orden de 23 de mayo, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional de 24 de abril de 2025, por el que se aprueba el procedimiento para la elaboración de una nueva Estrategia Nacional de Ciberseguridad, que nos viene del ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes. La actual ya estÔ desenfocada.

Batidora normativa

CaĆ­ en la cuenta de que la lectura de estos textos se estaba adueƱando de mi voluntad. Hice una pausa a duras penas, encendĆ­ el móvil, me metĆ­ en LinkedIN y lo primero que me salió fue el anuncio de un especialista de GRC (los amigos de GRC estĆ”n que se salen en estos tiempos) que habĆ­a metido en una batidora reglamentos, leyes, normas internacionales voluntarias, directivas, anteproyectos, documentos de buenas prĆ”cticas, recomendaciones, los habĆ­a mapeado, correlacionado, zurcido, cosido, probado (no recuerdo si el constructo es taba impulsado por IA), y… Ā”zas: camino libre para dedicarnos Ćŗnica y exclusivamente a operar la ciberseguridad y gestionar riesgos con ella asociados!

Le di hacia arriba al dedito y salió el ejecutivo de una compañía de ser vicios que afirmaba que sus clientes ya no se preocupan por la ciberseguridad de sus empresas. ”El vendedor nato!

Me salĆ­ de LinkedIN, no seguĆ­ leyendo textos legales y dejĆ© que mi natural tendencia al optimismo me llevara a buen puerto. Y sin saberlo me vinieron a la mente dos de los mejores peteretes que nos aportan los anteproyectos antes mencionados, que no todo es penar. En el de la NIS2, se prevĆ© la creación de un Centro Nacional de Ciberseguridad. Poco mĆ”s se decĆ­a. Y ante esto, los ayuntamientos de MĆ”laga, de León y de San CipriĆ”n de ViƱas (Orense) –que se sepa– empezaron a vindicar que este ente tenĆ­a que ponerse en sus demarcaciones municipales. Supongo que ante el peligro de que esto se contagiara a todos los ayuntamientos de EspaƱa, tuvo que salir el ministro Ɠscar López y aclarar que este Centro serĆ” una oficia en La Moncloa, sin personal adscrito.

El segundo dulce se encuentra en el anteproyecto relacionado con CER, y no es otro que la nueva transmutación de la denominación del CNPIC, que empezó siendo Centro Nacional de Protección de Infraestructuras CrĆ­ticas, pasó despuĆ©s –sin cambio en el acrónimo– a ser Centro Nacional para la Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad, para volver hoy al principio. Pero, hete aquĆ­ que con agudeza sin par en el anteproyecto de marras se dice que el CNPIC cambiarĆ” de nombre y de acrónimo. Se propone la denominación CNPREC, Centro Nacional para la Protección y Resiliencia de Entidades CrĆ­ticas, mĆ”s acorde con la vigente directiva CER.

Estos pequeños divertimentos son los que nos hacen en carar la ciberprotección con buena cara. No lo dude: contentos protegemos mejor. Y sin certificado de penales.

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