No hay nada como experimentar

Hace unos dĆ­as paseaba por El Retiro, en pleno vaivĆ©n de la puesta a punto de la Feria del Libro de Madrid, esa cita que convierte el parque en el centro del papel, del pensamiento, de las novedades bibliogrĆ”ficas y de las reediciones de las obras mĆ”s conocidas. Me crucĆ© con varias casetas de editoriales de nuestro gremio –algunas de ellas habituales en nuestras recomendaciones en SIC–, pero por muchos libros que se coloquen en los estantes, la realidad siempre se encarga de escribir una nueva historia.

En nuestro sector, las de mayor impacto siempre tienen el mismo hilo conductor, un ciberataque, con un argumento similar. Aunque los protagonistas y el lugar suelen cambiar. En los últimos tiempos, es la cadena de suministro la que se ha convertido en objeto de las historias mÔs mediÔticas y en SIC ya damos muy buena cuenta de ello, por ejemplo, tratÔndolo en profundidad en un especial en este número de la revista.

Las escenas, también suelen ser conocidas. En esta ocasión, ocurrió a finales de abril, cuando la gran cadena Marks&Spencer (M&S) fue víctima de un ransomware que afectó significativamente las operaciones comerciales en las 1.400 tiendas del minorista, dejando los estantes de sus establecimientos vacíos de alimentos y obligÔndolo a dejar de aceptar pedidos en línea. La empresa afirmó que accedieron en sus sistemas engañando a los empleados de una compañía proveedora y que los atacantes consiguieron robar datos de miles clientes antes de cifrar varias mÔquinas. El impacto ha sido casi inmediato, con importantes pérdidas financieras, ademÔs de erosionar la confianza en los ecosistemas de terceros. Su capitalización bursÔtil se ha reducido en alrededor de 1.200 millones de euros desde el incidente, y M&S reveló que los costes ascenderÔn a 350 millones y la interrupción de los pedidos en línea se prolongarÔ hasta julio.

El ataque estƔ atribuido al conocido grupo Scattered Spider, tambiƩn vinculado a otros incidentes contra cadenas minoristas britƔnicas, como la de supermercados Co-op Group y la lujosa Harrods e, incluso, a objetivos similares en EE.UU. Y, como en toda buena historia, no falta el ingrediente sorpresa, ya que se sabe que algunos de estos ciberdelincuentes tienen unos 16 aƱos.

AdemĆ”s, esta vez, los protagonistas estaban relativamente preparados. Se trata de una organización que contaba con inversión, procedimientos, equipos reforzados y con un CEO, Stuart Machin, que ha asumido el liderazgo desde el primer momento. Aunque algunas de sus declaraciones pueden ser debatibles, ya que dijo que ā€œno lo llamarĆ­a crisisā€, sino ā€œincidente, contratiempo, bache en el camino, una perturbaciónā€¦ā€. Eso sĆ­, explicó que la compaƱƭa, inmersa en un plan de transformación de cinco aƱos, estaba invirtiendo fuertemente en ciberseguridad antes del ataque. ā€œEl aƱo pasado hicimos un simulacro. Gracias a ello, sabĆ­a a quiĆ©n llamarā€. ā€œEl equipo de ciberseguridad se ha cuadruplicado en tres aƱosā€, afirma, ā€œy el gasto en tecnologĆ­a es tres veces mayor que hace cinco aƱosā€. A pesar de ello, el caso de M&S no es una historia con un final feliz, ya que lo sucedido seguĆ­a bajo investigación al cierre de esta edición. Entre las lecciones aprendidas, Machin destacó que ā€œtodos somos vulnerables. Los ciberdelincuentes solo necesitan tener suerte una vezā€.

Esto me recuerda a las conclusiones de un estudio que publicamos en SIC a finales del pasado aƱo, bajo el tĆ­tulo ā€˜La mente del CISO: detrĆ”s de la brecha’. En esta investigación de Trellix, realizada por Vanson Bourne, una participante de una compaƱƭa manufacturera de EE.UU. afirmaba que ā€œexperimentar un incidente cibernĆ©tico reforzó el concepto de que debemos estar siempre atentos y no importa quĆ© tan seguras creamos que tenemos las cosas, ni cuĆ”ntas herramientas hayamos implementado, es una batalla constanteā€. QuizĆ” por ello, y segĆŗn el informe, estas situaciones estĆ©n dando pie a que los Consejos de Administración cambien de un enfoque reactivo a uno proactivo, y que sufrir un incidente grave de ciberseguridad ya no sea, en la mayorĆ­a de los casos, motivo de despido para los CISO.

Eso sí, la historia de M&S se trata de una novela realista que constata que las ciberamenazas evolucionan rÔpidamente, a menudo superando incluso las defensas mejor preparadas, y que la cadena de suministro no puede ser tratada como una pieza periférica de la estrategia de seguridad, sino como el centro mismo de la exposición al riesgo.

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