Ser cibersalmones ante el desboque digital
Mostraba en SecurmĆ”tica 2024 una experta en psicologĆa de BBVA, Guadalupe Sierra, cĆ³mo se comporta nuestro cerebro cuando recibimos una posible amenaza, pidiendo por ello mĆ”s formaciĆ³n y concienciaciĆ³n y mostrando un innovador y exitoso proyecto ābasado en la neurocienciaā para defender a sus clientes de fraudes digitales. Y es que, como corolario a lo dicho, ālas redes sociales, las āpantallasā, estĆ”n diseƱadas para que hasta un muerto haga clic ante ellasā. AsĆ de contundente se mostraba un mĆ©dico especializado en adicciones en las āI Jornadas sobre TecnologĆa y EducaciĆ³nā, de la FundaciĆ³n CLE.
En un mundo digital que cada vez gana mĆ”s terreno al fĆsico, donde dedicamos mĆ”s tiempo al ciberespacio que al cara a cara, donde se prefiere el whatsapp a la llamada, donde los emoticonos han sustituido la sonrisa franca frente a frente, los expertos alertan: vivimos ya una epidemia digital. Y no se trata sĆ³lo de adicciones. El uso de dispositivos mĆ³viles, a cualquier edad, estĆ” provocando cambios fĆsicos -mejor dicho: daƱos fĆsicos- en el cerebro, en nuestra fisionomĆa y psicologĆa -lesiones posturales, pasividad, baja empatĆa, etc-.

JosƩ Manuel Vera
Redactor
Revista SIC
En su inquietante libro āLa civilizaciĆ³n de la memoria de pez: pequeƱo tratado sobre el mercado de la atenciĆ³nā, Bruno PatiƱo, afirma que estamos ya a pocos segundos mĆ”s de tener la retenciĆ³n memorĆsticaā¦ Ā”de un pez! Y es que, segĆŗn muchos expertos, entre ellos el Catherine LāEcuye āautora del conocido libro āEducar en el asombroāā, advierten de que el exceso y a temprana edad de āpantallasā provoca pasividad, aburrimiento, violencia, inatenciĆ³n, baja empatĆa, baja sensibilidad... Incluso un informe ha constatado que los paĆses con mĆ”s inversiĆ³n en tecnologĆas digitales en EducaciĆ³n tienen, tambiĆ©n, los peores resultados en el informe PISA. ĀæConsecuencia o casualidad?
DecĆa hace poco Diego Hidalgo que la tecnologĆa comenzĆ³ siendo sĆ³lida ālos primeros ordenadoresā, para convertirse en lĆquida -con Internet al alcance del mĆ³vil- pasando a ser gaseosa ācon dispositivos que invaden nuestro cuerpo y nuestro entorno sin que lo percibamosā. Y frente a ello, quiero sumarme a una interesante propuesta para ādespantallarseā, el āManifiesto OFFā que apuesta por āretomar el control frente a la tecnologĆa digitalā y que reclama el derecho efectivo a la desconexiĆ³n, la desescalada tecnolĆ³gica en educaciĆ³n, la prohibiciĆ³n de la publicidad microfocalizada, la protecciĆ³n de los neuroderechos, una legislaciĆ³n internacional contra robots letales y la reintroducciĆ³n del botĆ³n off en los dispositivos para apagarlos a nuestro antojo de forma sencilla o protocolos de control previo al lanzamiento de una tecnologĆa disruptiva, entre otros aspectos.
Evitar dar el salto base sin llevar el paracaĆdas que necesitamos. MĆ©dicos y psiquiatras ya alertan de las terribles consecuencias que se estĆ”n viviendo con todo tipo de enfermedades āllegando al suicidioā por el uso sin control, sin seguridad, de lo digital. Ha llegado, dice mi estimado doctor Miguel Ćngel MartĆnez GonzĆ”lez, en un interesantĆsimo libro, el momento de ser salmones, cibersalmones y ser capaces de nadar contra corriente, por seguridad, por ciberseguridad, por salud. āEs necesario destapar muchas falacias: hay mucho desconocimiento y tambiĆ©n mucha pseudociencia por intereses comerciales o ingenierĆa socialā, dice en su libro āSalmones, hormonas y pantallasā, alertando del problema de salud pĆŗblica que genera lo digital.
Frente a ello el sector de la ciberseguridad debe tambiĆ©n apostar āa modo de compromiso CiberhipocrĆ”ticoā, por un mundo digital mĆ”s seguro. En el mĆ”s amplio uso de la palabra. QuizĆ” sea un buen objetivo para disfrutar de un 2025 que, como cabe prever, volverĆ” a invadirnos con una oleada de tecnologĆaā¦ ĀæSeremos capaces de remontar ārĆo arribaā para no perder el norte de nuestra vida en medio de nuestro āsalto baseā cibernĆ©tico del dĆa a dĆa? QuizĆ” eso de ser salmones tampoco estarĆa de mĆ”s en un sector como el de la ciberprotecciĆ³n donde el humo y las mandangas tecnolĆ³gicas a veces nos hacen retroceder mĆ”s que avanzar en el empeƱo de hacer un mundo seguro. El talento y el conocimiento, de verdad, nunca debe renunciar a ir contracorriente, en pro del bien de todos.